Novena a San Rafael Arcángel
Del 20 al
28 de septiembre.
Introducción
Uno de los espíritus angélicos
que Dios, Nuestro Señor, tiene destinados para acompañarnos y asistirnos
durante nuestra peregrinación en este valle
de lágrimas, y para que, protegidos por su poderoso valimiento, podamos
lograr algún día el descanso y los goces eternos de su gloria, es el
bienaventurado Arcángel San Rafael, cuyas admirables excelencias se complace en
celebrar nuestra Santa Madre Iglesia.
Sobresale entre todas el ser medicina de Dios, que es lo que
significa el nombre del santo Arcángel; y si el Espíritu Santo dice que debemos
honrar a los médicos, estando éste delegado por el mismo Dios para
proporcionarnos, no sólo la salud del cuerpo sino particularmente la del alma [como
canta la Iglesia:
Angelus nostræ médicus salútis; Adsit e cælo Ráphaël, ut omnes;
Sanet ægrótos, dubiósque vitæ;
Dírigat actus (El Ángel, doctor de nuestra salud, Rafael, nos ayude desde el cielo,
para que él cure a todos los enfermos, y nos dirija contra los pasos inciertos];
de aquí podremos inferir cuán acreedor es a nuestra veneración
por los muchos beneficios que puede dispensarnos,
el que es el Ángel de la Piscina Probática, según el sentir de los Expositores sagrados.
No menos sobresale también en ser el Protector y Guía de los caminantes,
según el magnífico testimonio que de ello nos dan las Sagradas Escrituras
en el libro de Tobías confirmándolo igualmente la Iglesia,
que pone estas palabras en las preces del Itinerarium Clericorum:
“Et Ángelus Raphaël comitétur nobíscum in vía, ut cum pace,
salúte et gaudio revertamur ad propria” (el Ángel Rafael nos acompañe en el camino,
para que podamos volver a nuestra casa en paz, salud y alegría)
Como sería muy largo enumerar todas las excelencias del Santo Arcángel,
diremos tan sólo que debemos
implorar su poderoso auxilio al tratar de la elección de estado,
en que tan difícil es proceder con el debido acierto,
y en todo género de peligro o tribulación en que podamos encontrarnos;
teniendo presente que nunca nos faltará su ayuda
y que su intercesión es eficaz para alcanzar del Señor las gracias
y dones que más nos convengan,
como repetidamente lo demuestra la familia de Tobías
y los grandes favores que diariamente derrama sobre sus verdaderos devotos.
NOVENA A
SAN RAFAEL
20 al 28
de septiembre
A los fieles que en cualquier tiempo hicieren una novena en honor al
Arcángel San Rafael, se conceden siete años de indulgencia una vez cada día y
plenaria al final con las condiciones acostumbradas.
Esquema
para todos los días
1. Por la señal + ..
2. Señor mío Jesucristo …
3. Oración preparatoria.
4. Consideración y oración propia de cada día.
5. Padre nuestro, Ave María y Gloria.
6. Oración final para todos los días.
7. Oración a la Santísima Virgen.
POR LA SEÑAL
+ …
SEÑOR
MÍO JESUCRISTO …
ORACIÓN
PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
¡Glorioso arcángel San Rafael,
príncipe de la gloria, antorcha brillantísima de las Siete más elevadas que
asisten ante el trono divino!
Yo te suplico para que me
asistas con tu poderosa intercesión para alcanzar lo que deseo por medio de
esta novena, si es para la gloria de Dios. Pero, si no conviene, dirige mi
oración, oh Santo Arcángel, a fin de que
obtenga la gracia de la salud de mi alma. Amén.
CONSIDERACIÓN
PARA EL DÍA PRIMERO
“Me duxit et reduxit sanum : Él
me ha llevado y traído sano”. Tobías 12, 13
Consideraremos en este día al
arcángel San Rafael, ejerciendo el oficio de los ángeles en ser custodio y guía de los caminantes,
como lo prueba el haberse presentado por orden de Dios en casa del anciano
Tobit, para hacerse fiel compañero de su hijo Tobías en el largo viaje que iba
a emprender, prometiéndolo volver sano al hogar paterno, sirviendo como el guía
más cuidadoso y custodio más vigilante, entreteniéndole con una santa y amena
conversión, para hacerle menos molestas las incomodas de tan largo viaje.
Pidamos al Señor, por la intercesión del glorioso
Arcángel, los auxilios que necesitamos, así como la gracia especial que
queremos conseguir en esta novena.
DESPUÉS
DE UNA BREVE MEDITACIÓN SE DIRÁ LA SIGUIENTE ORACIÓN PARA ESTE DÍA
¡Dios y Señor de
los Ángeles, a los cuales le encomendáis la guardia de las criaturas! Yo os
ofrezco los merecimientos de estos Espíritus Celestiales, y en especial los del
peregrino San Rafael que se manifestó como protector y guía de Tobías.
A fin de que me concedas la compañía del Santo Arcángel
San Rafael en todos los caminos de esta vida y me libre de todo tipo de
peligros, especialmente apartándome de toda ocasión de ofenderte. Amén.
Rezamos
un Padre nuestro, Ave María y Gloria.
ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh príncipe de la gloria, y poderosísimo Arcángel San
Rafael! Bendigo al Señor que te creó, y me alegro de las grandiosidades con que
te adornó. Especialmente en la de ser:
-guía de caminantes,
-dispensador de bienes,
-sabio consejero,
-vencedor del demonio asmodeo,
-abogado de los santos matrimonios,
-consuelo de los afligidos,
-salvador en los peligros,
-salud de los enfermos,
-amparo de los pobres necesitados
-y celador de la honra de Dios.
Remedia todas nuestras necesidades como hiciste con la
familia de Tobías. Concédenos tu protección en todos los instantes de mi vida
para que pueda vencer las pasiones que me dominan, conservar la pureza en todas
mis acciones y palabras, y tener por último la alegría de ser llevado de tu
mano a los gozos eternos de la gloria, en el Cielo. Amén.
ORACIÓN
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
¡Oh
purísima Virgen María, Madre de Dios y Reina de todos los Ángeles!
Humildemente postrado ante tus pies, y considero mis pocos
méritos, e interpongo los del glorioso Arcángel San Rafael, a fin de que te
dignes obtenerme de tu Benditísimo Hijo Jesús, que me conceda su divina gracia
para no ofenderle jamás. Y también el favor especial que solicito por medio de
esta novena.
También pido el remedio de todas las necesidades de
nuestra Santa Madre Iglesia, la de nuestra España, la conversión de todos los
infieles, herejes y pecadores; el alivio y descanso de las almas del
Purgatorio; a fin de que logremos algún día asociarnos a los Coros Angélicos de
la Jerusalén Celestial, para alabar eternamente la Majestad de Dios Uno y
Trino, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
El mismo
orden se observará en los demás días, variando solamente la consideración y
oración propias de cada día.
CONSIDERACIÓN
PARA EL SEGUNDO DÍA
“Pecuniam a Gabelo, ipse recepit: el cobró el dinero de
Gabelo”. Tobías 12, 13.
Consideraremos en este día al glorioso San Rafael
ejerciendo el ministerio de los arcángeles, que son mensajeros de Dios en todo
lo que corresponde a su gloria y provecho de las criaturas, como lo hizo con la
familia de Tobías. Encargándose en verificar el cobro de la deuda de Gabelo y
demás asuntos que le fueron encomendados.
Meditemos también nosotros si en todas nuestras obras
buscamos primeramente la gloria de Dios y procuramos ser útiles a nuestros
prójimos. Y si por desgracia, no fuese
así, pidamos por la mediación del Santo Arcángel los auxilios necesarios para
conseguirlo, y para obtener el favor especial que deseamos en esta novena.
ORACIÓN
PARA EL SEGUNDO DÍA
¡Dios y Señor de los Arcángeles, a quienes les encomendáis
tus importantes misiones! Yo te ofrezco sus merecimientos, y en especial del
muy noble San Rafael, que tan atento y servicial se manifestó con Tobías, a fin
de conseguir por su mediación ser rápido y resuelto en servirte, como también a
mi prójimo, para disfrutar eternamente de los bienes celestiales. Amén.
CONSIDERACIÓN
PARA EL DÍA TERCERO
Uxórem ipse me haberes fecit: él me ha proporcionado una
esposa. Tobías 12, 3
Consideraremos en este día a nuestro arcángel San Rafael,
desempeñando el oficio de los principiados,
en iluminar e instruir a los hombres y cuidar de la salud de las almas. En cuyo
concepto asistió a Tobías, indicándole la voluntad del Señor para la elección
de esposa e instruyéndole acerca de la rectitud y pureza con que debía
conducirse para alcanzar la santificación de su nuevo estado.
Reflexionemos ahora si hacemos cuanto está de nuestra
parte para conocer las obligaciones del
estado en que Dios nos ha puesto y si cuidamos de la salud de nuestra alma,
alentando al mismo tiempo a los demás con el buen ejemplo en acciones y
palabras. Y si así no lo hiciéramos, pidamos al santo arcángel nos alcance del
Señor las gracias necesarias para cumplir nuestros deberes y el favor especial
que deseamos en esta novena.
ORACIÓN
DEL DÍA TERCERO
¡Dios y Señor de los principados,
que tienen a su cargo iluminar e instruir a otros Espíritus para que cuiden de
nuestra salud!
Yo te ofrezco los merecimientos de estos celosísimos
espíritus, y en especial del glorioso San Rafael, que como ministro de tus
piedades, instruyó al joven Tobías para
que procediese con acierto en la elección del estado, a fin de que me
alcance las indicaciones
necesarias para cumplir las obligaciones de mi estado, y puedo llegar algún día
a disfrutar del máxima dicha, que es la vida eterna contigo en el Cielo. Amén.
Padre
nuestro, Ave María y Gloria.
CONSIDERACIÓN
PARA EL DÍA CUARTO
“Dæmónium ab ea iose compescuit : El apartó de ella el
demonio” Tobías 12,3
Consideraremos en este día al valiente San Rafael, tomando
a su cargo el empleo de las Potestades
para refrenar el poder de los demonios, como lo hizo según los mandatos del
Señor, arrojando al demonio asmodeo de la casa Ragüel. A quien persiguió
obstinadamente y obligándole a retirarse a los desiertos del Egipto superior,
donde quedó sujeto con lo cual pudo la familia de Sara disfrutar una dulce paz
y un gran consuelo.
Recurramos nosotros también a él, en aquellos momentos
en que más atribulados nos veamos por las tentaciones de nuestro cruel enemigo,
a fin de que nos obtenga del Señor, la fortaleza necesaria para vencerlas y
además la gracia particular que esperamos en esta novena.
ORACIÓN
PARA EL CUARTO DÍA
¡Dios y Señor
de las Potestades, a quienes disteis especial poder contra los demonios! Yo te
ofrezco los merecimientos de estos soberanos Espíritus, y en particular, los
del arcángel San Rafael. Dotado por Ti de irresistible fuerza contra el enemigo
de la castidad para que defendiese a Tobías y a Sara de sus continuas
asechanzas.
Concédeme, Señor, la virtud necesaria para conservar el
preciosísimo don de la pureza, y rechazar los ataques del enemigo ,
a fin de que poder algún ceñir la corona del triunfo que habéis prometido a los
que valerosamente pelearon. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
CONSIDERACIÓN
PARA EL QUINTO DÍA
Gáudium paréntibus Rius fecit : Causó alegría a sus
padres. Tobías 12, 3
Consideraremos en este día al piadosísimo Arcángel San
Rafael, unido al coro de las celestiales Virtudes,
haciendo milagros y prodigios para manifestar el soberano poder de Dios, como
lo verificó en las familias de Tobías y Sara, a las que llenó de extraordinario
gozo con la maravilla de dar vista al anciano Tobías, y defender a Sara de las
calumnias de su criada con la feliz sucesión en el matrimonio.
Examinemos en este breve rato nuestro interior, y veamos
si nuestras palabras convienen con nuestras obras para hacer prodigios de
virtud. Y si así no fuera, pidamos al Señor por mediación del Santo Arcángel
las gracias necesarias para ser cada día más y más caritativos con nuestro
prójimo y para conseguir lo que deseamos en esta novena.
ORACIÓN
PARA EL QUINTO DÍA.
¡Señor y Dios de
las Virtudes, a quienes encomendáis los efectos admirables de vuestro
poder! Yo te ofrezco los merecimientos de estos prodigiosos Espíritus y los del
Arcángel San Rafael, por cuya mano obrasteis grandes maravillas con vuestro
sirvo Tobías y Sara.
Te suplico me concedas luz para conocerte y firmeza en el
cumplimiento de tus santos mandamientos, para que algún día pueda merecer las
recompensas eternas. Amén.
CONSIDERACIÓN
PARA EL DÍA SEXTO
Me ipsum a devoratióne piscis erípuit : Me libró que me tragase el pez. Tobías
12, 13
Consideraremos en este día a nuestro celosísimo arcángel
San Rafael adornado como las Dominaciones
con el cargo de ser ministro de la providencia divina, sometiéndose a servir de
auxilio y de sacar a salvo de los peligros a las criaturas, como aconteció con
Tobías, cuando estuvo a punto de ser devorado por un monstruoso pez.
Veamos ahora si procuramos prepararnos convenientemente en
el curso de nuestra vida para defendernos de los incansables enemigos, que por
todas partes asedian nuestra alma; y de no haberlo hecho así, pidamos al Señor
por la intercesión del Santo Arcángel San Rafael, la luz necesaria para caminar con seguridad por el borrascoso mar de
este mundo, y el favor que nos proponemos obtener en esta Novena.
ORACIÓN
PARA EL DÍA SEXTO
¡Dios y
Señor de las Dominaciones, que presiden los espíritus inferiores! Yo te
ofrezco los merecimientos de estas celestiales criaturas, y en especial los de
vuestro Santo Arcángel San Rafael, que libertó prodigiosamente a Tobías de un
cetáceo. Haced Señor, que no me vea desamparado en los peligros del mundo, y
pueda recorrer con entera claridad el camino de la perfección, a fin de
conseguir el descanso eterno. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
CONSIDERACIÓN
PARA EL DÍA SÉPTIMO
Te quoque videre fecit lumen cœli : A ti te a hecho ver la
luz del cielo. Tobías 12, 3.
Consideramos en este día a nuestro obsequioso arcángel San
Rafael hecho Trono de la Majestad
del Señor, proporcionando la mayor quietud y descanso a la familia de Tobías
con su especial asistencia que manifestó palpablemente aplicando a los ojos del
padre, para que viese la luz del cielo, con las entrañas del pez que quiso
devorar al hijo.
Paremos ahora la atención considerando si estamos
sumergidos en las sombras de la muerte por el pecado, que es la enfermedad del
alma, y busquemos con toda diligencia la medicina espiritual, que el Señor está
pronto a concedernos por la intención de este celestial médico. Y también la
gracia particular que deseamos obtener en esta novena.
ORACIÓN
PARA EL SÉPTIMO DÍA
¡Dios y Señor de
los Tronos sobre los cuales descansas! Yo te ofrezco los merecimientos de
estos privilegiados espíritus, y en especial del arcángel San Rafael, que tanto
gozo proporcionó a la familia de Tobías.
Concédeme Señor, la gracia de poseerte y que purificando
continuamente mi alma con lágrimas de penitencia, merezca la dicha inefable de
tener algún asiento entre tus escogidos. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
CONSIDERACIÓN
PARA EL OCTAVO DÍA
Et bonis ómnibus per eum repleti sumus : y por su medio
estamos llenos de bienes. Tobías XII, 3.
Consideraremos en este día a nuestro armado arcángel San
Rafael adornado con la sabiduría que es propia de los Querubines, como la
acreditó en casa de sus amigos, Tobit y Tobías. Revelándoles los admirables designios
del Señor para vivificar su fe, alentar su esperanza y socorrerles, según el
orden de la caridad, en todo lo que necesitaban.
ORACIÓN
PARA EL OCTAVO DÍA
¡Dios y Señor de los Querubines,
a quienes has adornado de perfecta sabiduría! Yo te ofrezco los merecimientos
de estos doctos espíritus, y de nuestro arcángel San Rafael, que tan magníficos
bienes y provechosas instrucciones dió a la familia de Tobías.
Y te suplico por su intercesión las virtudes necesarias
para recibir dignamente el Pan de los Ángeles, que me colme de bienes durante
la vida y me conforte en la última hora para ir a gozar de los eternos. Amén.
Padre
nuestro, Ave María y Gloria
CONSIDERACIÓN
DEL NOVENO DÍA
Benedícite Deum et narrate Omnia mirabilia eius :
Benedecid a Dios y contad todas sus maravillas. Tobías 12, 20
Consideraremos en este día al brillantísimo Arcángel San
Rafael, encendido en el amor de los Serafines
y trasladando este divino fuego a los corazones de la agradecida familia de
Tobías. Que no solamente quiso partir por mitad sus bienes con su generoso
protector, sino también manifestarse siempre dispuesto a servir a la Majestad
Divina, en justo reconocimiento de tantos beneficios recibidos.
Meditemos ahora con la mayor atención si hemos procurado
merecer tan señalados favores, y en vista de nuestra negligencia procuremos
enmendarnos para en adelante, pidiendo al Señor, por la protección del Santo
Ángel nos conceda la perseverancia en la virtud. Y además el favor especial que
venimos suplicando en esta novena.
ORACIÓN
PARA EL NOVENO DÍA
¡Dios y Señor de los Serafines,
que continuamente te aman con todo el abrasado ardor que son capaces! Yo te
ofrezco los merecimientos de estos muy ardientes Espíritus, y e en especial del
arcángel San Rafael, que lleno del fuego de vuestro amor, supo inflamar el
corazón de Tobías.
Haz Señor que yo cumpla siempre los buenos propósitos que
haga, abrasando mi corazón con el fuego de un perpetuo agradecimiento a Tus
inmensos beneficios y que nunca me falte la asistencia de tu santo arcángel San
Rafael. Especialmente en la hora de mi muerte para tener la dicha de que mi
alma sea introducida en la Patria Celestial. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
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