23 de septiembre de 2023

Oración diaria para pedir la intercesión del Padre Pío

Vídeo de youtube con la novena del Padre Pío (San Pío de Pietrelcina) en latín: https://youtu.be/nb5wZaTyR-M?si=lIX2rfJy4GCSG5sR

Vídeo de youtube con la meditación mística del Padre Pío sobre la renovación incruenta de la Pasión de Jesús en la Santa Misa: https://www.youtube.com/watch?v=c8suG9eZVGk

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Oración al Señor por intercesión de San Pío de Pietrelcina

Oh Dios, que a San Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, le has concedido el insigne privilegio de participar de modo admirable, de la pasión de tu Hijo: Concédeme, por su intercesión la gracia de … que ardientemente deseo; y otórgame, sobre todo, que yo me conforme a la muerte de Jesús para alcanzar después la gloria de la resurrección. Gloria al Padre …. (tres veces)







13 de septiembre de 2023

Salve, Sancta Parens

SALVE, Sancta Parens, eníxa puérpera Regem: qui cælum, terrámque regit in sǽcula sæculórum.

Salve, Santa Madre, que diste a luz al Rey que rige los cielos y la tierra por toda la eternidad. 

9 de septiembre de 2023

Frase: Participación de María Santísima

 "A la verdad, nosotros, comprados por la Sangre de Cristo, somos sus siervos y esclavos; y puesto que de todos los títulos del Hijo **participa** la Madre, también a Ella pertenecen todos los siervos de Jesucristo"


Misal meditado: Curso de meditaciones del año litúrgico, Vol2 - 12 de septiembre , P. Joaquín Sanchís Alventosa, O.F.M. - 1958- 12 de septiembre

1 de marzo de 2023

Treintena a San José

 Devoción de los treinta días (30 días) al patriarca San José, en reverencia de los treinta años (30 años) que vivió con Jesús y María en la tierra.

Se reza durante 30 días en cualquier mes del año.




    Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro.

    En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
 
    ¡Oh amabilísimo Patriarca San José! Desde el abismo de mi pequeñez y miseria os contemplo con emoción y alegría de mi alma en vuestro trono del cielo, como gloria y gozo de los Bienaventurados, pero también como padre de los huérfanos en la tierra, consolador de los tristes, amparador de los desvalidos, auxiliador de los Ángeles y Santos ante el trono de Dios, de vuestro Jesús y de vuestra santa Esposa.
 
    Por eso yo pobre, desvalido, triste y necesitado, a Vos dirijo hoy y siempre mis lágrimas y penas, mis ruegos y clamores del alma, mis arrepentimientos y mis esperanzas; y hoy especialmente os traigo ante vuestro altar y vuestra imagen una pena que consoléis, un mal que remediéis, una desgracia que impidáis, una necesidad que socorráis, una gracia que obtengáis para mi y para mis seres queridos.

    Y, para conmoveros y obligaros a oírme y conseguírmelo, os lo pediré y demandaré durante treinta días continuos, en reverencia a los treinta años, que vivisteis en la tierra con Jesús y María: y os lo pediré, urgente, y confiadamente, Invocando todos los títulos que tenéis para compadeceros de mí, y todos los motivos que tengo para esperar que no dilataréis el oír mi petición, y remediar mi necesidad; siendo tan cierta mi fe en vuestra bondad y poder, que al sentirla os sentiréis también obligado a obtener y darme más aún de lo que os pido y deseo.

Os lo pido por la bondad divina que obligó al Verbo Eterno a encarnarse y nacer en la pobre naturaleza humana, como Hijo de Dios, Dios Hombre y Dios del hombre.

Os lo suplico por vuestra ansiedad inmensa al sentiros obligado a abandonar a vuestra santa Esposa.

Os lo ruego por vuestra resignación dolorosísima para buscar un establo y un pesebre para palacio y cuna de Dios nacido entre los hombres.

Os imploro por la dolorosa y humillante Circuncisión de vuestro Jesús, y por el santo, glorioso y dulcísimo nombre que le impusisteis por orden del Eterno.

Os lo demando por vuestro sobresalto al oír del Ángel la muerte decretada contra vuestro Hijo Dios, por vuestra obedientísima huida a Egipto, por las penalidades y peligros del camino, por la pobreza extrema del destierro y por vuestras ansiedades al volver de Egipto a Nazaret.

Os lo pido por vuestra aflicción dolorosísima de tres días, al perder a Vuestro Hijo, y por vuestra consolación suavísima al encontrarle en el templo, y por vuestra felicidad inefable de los treinta años que tuvisteis en Nazaret con Jesús y María sujetos a vuestra autoridad y providencia.

Os lo ruego y espero por el heroico sacrificio, con que ofrecisteis la víctima de vuestro Jesús al Dios Eterno para la cruz y para la muerte por nuestros pecados y nuestra redención.

Os lo demando por la dolorosa previsión que os hacía todos los días contemplar aquellas manos infantiles, taladradas después en la cruz por agudos clavos; aquélla cabeza que se reclinaba dulcísimamente  sobre vuestro pecho, coronada de espinas; aquel cuerpo divino que estrechabais contra vuestro corazón, desnudo, ensangrentado y extendido sobre los brazos de la Cruz, aquel último momento en que le veíais expirar y morir.

Os lo pido por vuestro dulcísimo tránsito de esta vida en los brazos de Jesús y María y vuestra entrada en el Limbo de los Justos y al fin en el cielo.

Os lo suplico por vuestro gozo y vuestra gloria, cuando contemplasteis la Resurrección de vuestro Jesús, su subida y entrada en los cielos y su trono de Rey inmortal de los siglos.

Os lo demando por vuestra dicha inefable cuando visteis salir del sepulcro a vuestra santísima esposa resucitada, y ser subida a los cielos por los Ángeles y coronada por el Eterno, y entronizada en un solio junto al vuestro.

Os lo pido y ruego y espero confiadamente por vuestros trabajos, penalidades y sacrificios en la tierra, y por vuestros triunfos y glorias y feliz bienaventuranza en el cielo con vuestro Hijo Jesús y vuestra esposa Santa María.


    ¡Oh mi buen Patriarca San José! Yo, inspirado en las enseñanzas de la Iglesia Santa y de sus Doctores y Teólogos, y en el sentido universal del pueblo cristiano, siento en mí una fuerza misteriosa, que me alienta y obliga a pediros y suplicaros y esperar me obtengáis de Dios la grande y extraordinaria gracia que voy a poner ante vuestra imagen y ante vuestro trono de bondad y poder en el cielo.

 
Aquí, levantando el corazón a lo alto, se le pedirá al Santo, con amorosa instancia la gracia que se desea.
   
    Obtenedme también para los míos y los que me han pedido ruegue por ellos, todo cuanto desean y les es conveniente.
   
    San José rogad por nosotros; Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
   
ORACIÓN

    Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como intercesor en los cielos. Oh Dios, que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.
 
    En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

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¿Lo quieres en pdf? Aquí: https://gloria.tv/post/qJyQBJqm13rd1GZNdtm7Boobu

#SanJose; #IteAdJoseph; #OracionEspañol; #Devocionario; #Catolicismo;










18 de diciembre de 2021

Piezas del puzle. Sobre el Papado

El Papa no es en ningún caso un monarca absoluto, cuya voluntad tenga valor de ley. Él es la voz de la Tradición, y sólo a partir de ella se funda su autoridad”. Joseph Ratzinger

8 de junio de 2021

Acto de reparación al Sagrado Corazón de Jesús


Acto de reparación
 

¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago de los ingratos más que olvido, negligencia y menosprecio!, vednos postrados ante vuestro altar8 para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.


Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con la indignidad de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como Pastor y Guía, o, conculcando las promesas del bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra ley.


Nosotros queremos expiar tan abominables pecados, especialmente la inmodestia y la deshonestidad de la vida y de los vestidos, las innumerables asechanzas tendidas contra las gimas inocentes, la profanación de los días festivos, las execrables injurias proferidas contra Vos y contra vuestros Santos, los insultos dirigidos a vuestro Vicario y al Orden Sacerdotal, las negligencias y horribles sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del Amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al magisterio de la Iglesia por Vos fundada.


¡Ojalá que nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entre tanto, como reparación del honor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen nuestra Madre, de los Santos y de las almas buenas, os ofrecemos la satisfacción que Vos mismo ofrecisteis un día sobre la cruz al Eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto nos sea posible y mediante el auxilio de vuestra gracia, repararemos los pecados propios y ajenos y la indiferencia de las almas hacia vuestro amor, oponiendo la firmeza en la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos, además, por impedir que seáis injuriado y por atraer a cuantos podamos, para que vayan en vuestro seguimiento.


¡Oh benignísimo Jesús! por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, os suplicamos que recibáis este voluntario acto de reparación; concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y remáis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
 

INDULGENCIAS:

Versión oficial; cfr.: Acta Ap. Seáis 20 (1928), pág. 182.
Indulgencia de cinco años.
Indulgencia plenaria, mediante la confesión sacramental, la sagrada Comunión y la visita a alguna iglesia u oratorio público, si se repite devotamente este acto de reparación, durante un mes entero, todos los días.
A los fieles que en el día de la festividad del sacratísimo Corazón de Jesús, en cualquiera iglesia u oratorio, aun semipúblico (para los que usan de él legítimamente) asisten a este acto de reparación, con las letanías del sacratísimo Corazón, delante del Santísimo Sacramento solemnemente expuesto, se les concede: Indulgencia de siete años.
Indulgencia plenaria, mediante la remisión de los pecados por la penitencia sacramental y la participación en la Mesa eucarística. (S. Pen. Ap., 1 jun. 1928 y 18 mar. 1932.)

 

NOTA8 Fuera de la iglesia u oratorio, en lugar de ―vuestro altar‘‘ se dice ―vuestra presencia‖.

Letanías del Sagrado Corazón de Jesús

Letanía al SaGrado Corazón de Jesús,
Litaníæ Sacratíssimi Cordis Jesu

 ✝ En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

℣. Ave María purísima,
℟. sin pecado concebida.


✝ In Nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Ámen.

℣. Ave María puríssima.
℟. sine labe concépta.


℣. Cor Jesu sacratíssimum,
℟. miserére nobis.

℣. Cor Jesu sacratíssimum,
℟. in Te confído.


℣. Sagrado Corazón de Jesús,
℟. ten misericordia de nosotros.

℣. Sagrado Corazón de Jesús,
℟. en Ti confío.


Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
      
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
     
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Se contesta ten misericordia de nosotros:

Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo Divino.
Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios.

Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo.
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad.
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor.

Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza.
Corazón de Jesús, rey y centro de todos los corazones.
Corazón de Jesús, en quien están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.

Corazón de Jesús, en quien el Padre tiene todas sus complacencias.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud hemos participado todos nosotros.
Corazón de Jesús, deseado de los collados eternos.
Corazón de Jesús, paciente y de gran misericordia.
Corazón de Jesús, rico para con todos aquellos que te invocan.

Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestras maldades.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.

Corazón de Jesús, traspasado con la lanza.
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo.
Corazón de Jesús, nuestra vida y resurrección.
Corazón de Jesús, nuestra paz y reconciliación.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.

Corazón de Jesús, salud de los que en ti esperan.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
Corazón de Jesús, delicia de todos los Santos.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
  
℣. Jesús, manso y humilde de Corazón.
℟. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

ORACIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios, pon los ojos en el Corazón de tu muy amado Hijo, y en las alabanzas y satisfacciones que te ha ofrecido a nombre de los pecadores, y aplacado con ellas, perdona a los que imploran tu misericordia en nombre del mismo Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Indulgencias:

Su Santidad el Papa León XIII, mediante decreto de la Sagrada Congregación de Ritos fechado a 2 de Abril de 1899, aprobó esta Letanía para su uso público, y se dignó conceder Indulgencia de 7 años cada vez que se rece; y Plenaria, con las condiciones de rigor acostumbradas, si se reza diariamente durante un mes con el verso y la oración Indulgencias confirmadas por el Papa Pío XI mediante Decreto de la Sagrada Penitenciaría Apostólica del 10 de Marzo de 1933.


Kýrie, eléison.
Christe, eléison.
Kýrie, eléison.
 
Christe, áudi nos.
Christe, exáudi nos.
 
Pater de cælis, Deus, miserére nobis.
Fili, Redémptor mundi, Deus, miserére nobis.
Spíritus Sancte, Deus, miserére nobis.
Sancta Trínitas, unus Deus, miserére nobis.

Se contesta miserére nobis:

Cor Jesu, Fílii Patris ætérni.
Cor Jesu, in sinu Vírginis Matris a Spíritu Sancto formátum.
Cor Jesu, Verbo Dei substantiáliter unítum.
Cor Jesu, majestátis infinítæ.
Cor Jesu, templum Dei sanctum.

Cor Jesu, tabernáculum Altíssimi.
Cor Jesu, domus Dei et porta cæli.
Cor Jesu, fornax ardens caritátis.
Cor Jesu, justítiæ et amóris receptáculum.
Cor Jesu, bonitáte et amóre plenum.

Cor Jesu, virtútum ómnium abýssus.
Cor Jesu, omni laude digníssimum.
Cor Jesu, rex et centrum ómnium córdium.
Cor Jesu, in quo sunt omnes thesáuri sapiéntiæ et sciéntiæ.
Cor Jesu, in quo hábitat omnis plenitúdo divinitátis.

Cor Jesu, in quo Pater sibi bene complácuit, miserére nobis.
Cor Jesu, de cujus plenitúdine omnes nos accépimus.
Cor Jesu, desidérium cóllium æternórum.
Cor Jesu, pátiens et multæ misericórdiæ.
Cor Jesu, dives in omnes qui invócant te.

Cor Jesu, fons vitæ et sanctitátis.
Cor Jesu, propitiátio pro peccátis nostris.
Cor Jesu, saturátum oppróbriis.
Cor Jesu, attrítum propter scélera nostra.
Cor Jesu, usque ad mortem obœ́diens factum.

Cor Jesu, láncea perforátum.
Cor Jesu, fons tótius consolatiónis.
Cor Jesu, vita et resurréctio nostra.
Cor Jesu, pax et reconciliátio nostra.
Cor Jesu, víctima peccatórum.

Cor Jesu, salus in te sperántium.
Cor Jesu, spes in te moriéntium.
Cor Jesu, delíciæ Sanctórum ómnium.

Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, parce nobis, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, exáudi nos, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, miserére nobis, Dómine.
 
℣. Jesu, mitis et húmilis Corde.
℟. Fac cor nostrum secúndum Cor tuum.

ORÁTIO
Omnípotens sempitérne Deus, réspice in Cor dilectíssimi Fílii tui et in laudes et satisfactiónes, quas in nómine peccatórum tibi persólvit, iísque misericórdiam tuam peténtibus, tu véniam concéde placátus in nómine ejúsdem Fílii tui Jesu Christi: Qui tecum vivit et regnat in sǽcula sæculórum. Ámen.

 

 





5 de marzo de 2021

Oración indulgenciada para los viernes de cuaresma

«Oh mi amado y buen Jesús»
Oración a Nuestro Señor Jesucristo Crucificado
Acción de gracias después de la Misa  

Se requiere rezarlo de rodillas

Ingulgencia plenaria los viernes de Cuaresma.

 

El Enchiridion Indulgentiarum dice:

§ 1. Se concede indulgencia plenaria al fiel cristiano que en cualquier viernes del tiempo cuaresmal después de la comunión recite piadosamente, ante la imagen de Jesucristo Crucificado la oración ‘Oh mi amado y buen Jesús…’;, con las condiciones acostumbradas.

  

Gratiárum áctio post Missam

Orátio ad Dominum Nostrum Jesum Christum Crucifíxum

 

Orátio «O bone et dulcíssime Jesu»

 

En ego, o bone et dulcíssime Jesu,

ante conspéctum tuum génibus me provólvo, ac máximo ánimi ardóre te oro

atque obtéstor, ut meum in cor vívidos fídei, spei et caritátis sensus,

atque veram peccatórum meórum pœ­ni­tén­tiam, eáque emmendándi fir­mís­si­mam voluntátem velis imprímere;

dum magno ánimi afféctu et dolóre Tua Quinque Vúlnera mecum ipse consídero ac mente contémplor,

illud præ óculis habens, quod jam in ore ponébat tuo David prophéta de te, o bone Jesu: Fodérunt manus meas et pedes meos: di­nu­me­ravérunt ómnia ossa mea (Ps.21,17-18).

 

Acción de gracias después de la Misa

Oración a Nuestro Señor Jesucristo Crucificado

 

Oración «Oh mi amado y buen Jesús»

 

Heme aquí, ¡oh dulcísimo y buen Jesús!

Postrado ante tu Santísima presencia.

Te ruego y suplico, con el mayor fervor de mi alma, que imprimas en mi corazón sentimientos vivos de fe, esperanza y caridad;

Verdadero dolor de mis pecados, y (propósito) firmísima voluntad de enmendarme de ellos;

Mientras que yo, con gran afecto y dolor de mi alma, voy considerando y contemplando mentalmente tus cinco llagas. Teniendo presente aquello que dijo de Ti, ¡oh buen Jesús!, el profeta, David:

Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos Mis huesos.

(Salmo 21, 17-18)

 


 

13 de diciembre de 2020

Letanías de San Miguel (latín y español)

Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=f9u0OZjgt2M

Litaníæ Sancti Michaélis Archángeli

Letanía de San Miguel Arcángel

Quis ut Deus?
¿Quién como Dios?

 Kýrie, eléison.
Christe, eléison.
Kýrie, eléison.

Christe, audi nos.
Christe, exáudi nos.

Pater de cælis, Deus.

Fili, Redémptor mundi, Deus.

Spíritus Sancte, Deus.

Sancta Trínitas, unus Deus.

Sancta María  Regína Angelórum

Sancte Míchaël Archángele. Ora pro nobis.
Sancte Míchaël, sapiéntia divínæ fons abúndans.
Sancte Míchaël, divíni Verbi adorátor perfectíssime.
Sancte Míchaël, quem glória et honóre Deus coronávit.
Sancte Míchaël, cæléstis exércitus princeps potentíssime.
Sancte Míchaël, Trinitátis sanctíssimæ sígnifer.
Sancte Míchaël, paradísi custos.
Sancte Míchaël, dux et consolátor pópuli Dei.
Sancte Míchaël, splendor et fortitúdo militántis Ecclésiæ.
Sancte Míchaël, confortátor purgántis Ecclésiæ.
Sancte Míchaël, honor et gáudium triumphántis Ecclésiæ.
Sancte Míchaël, lumen Angelórum.
Sancte Míchaël, præsídium orthodóxi pópuli.
Sancte Míchaël, sub signo Crucis militántium fortitúdo.
Sancte Míchaël, lux et spes animárum in agóne mortis.
Sancte Míchaël, auxílium tutíssimum.
Sancte Míchaël, in adversitátibus nostris adjutórium.
Sancte Míchaël, æternárum sententiárum proclámator.
Sancte Míchaël, consolátor animárum in Purgatório languéntium.
Sancte Míchaël, ánimas electórum post mortem suscípiens.
Sancte Míchaël, princeps noster.
Sancte Míchaël, defénsor noster.

 

℣. Agnus Dei, qui tóllis peccáta mundi.
℟. Parce nobis, Dómine.

℣. Agnus Dei, qui tóllis peccáta mundi.
℟. Exáudi nos, Dómine.

℣. Agnus Dei, qui tóllis peccáta mundi.
℟. Miserére nobis.

℣. Ora pro nobis, Sancte Míchaël Archángele.
℟. Ut digni efficiámur promissiónibus (Dómini Nostri Iesu) Christi. Ámen.

ORATIO.Dómine Jesu Christe, benedictióne perpétua sanctífica nos, et concéde, per intercessiónem sancti Michaélis illam sapiéntiam quæ dóceat nos thesaurizáre thesáurum in cælis, et pro temporálibus, ætérna bona elígere. Qui vivis et regnas in sǽcula sæculórum. ℟. Ámen

 

En español:

Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios Padre Celestial.

Dios Hijo redentor del Mundo.

Dios Espíritu Santo.

Trinidad Santa, un solo Dios.

Santa María  Reina de los  Ángeles 


San Miguel Arcángel. Ruega por nosotros.
San Miguel, fuente abundante de la sabiduría divina.
San Miguel, adorador perfectísimo del Verbo Divino.
San Miguel, a quien coronó Dios de gloria y honor.
San Miguel, príncipe poderosísimo del ejército celestial.
San Miguel, portaestandarte de la Santísima Trinidad.
San Miguel, guardián del Paraíso.
San Miguel, caudillo y consolador del pueblo de Dios.
San Miguel, esplendor y fortaleza de la Iglesia militante.
San Miguel, confortador de la Iglesia purgante.
San Miguel, honor y gozo de la Iglesia triunfante.
San Miguel, luz de los Ángeles.

San Miguel, asilo del pueblo ortodoxo.
San Miguel, fortaleza de los que militan bajo el signo de la Cruz.
San Miguel, luz y esperanza de las almas que están en agonía.
San Miguel, auxilio segurísimo.
San Miguel, ayuda en nuestras adversidades.
San Miguel, proclamador de las sentencias eternas.
San Miguel, consolador de las almas del Purgatorio.
San Miguel, que recibes las almas de los elegidos cuando mueren.
San Miguel, nuestro príncipe.
San Miguel, defensor nuestro.

℣. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo.
℟. Perdónanos, Señor.

℣. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo.
℟. Escúchanos, Señor.

℣. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo.
℟. Ten misericordia de nosotros.

℣. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ORACIÓN. Señor Jesucristo, santifícanos con tu perpetua bendición y concédenos por intercesión de San Miguel aquella sabiduría que nos enseñe a acumular tesoros en el cielo y, elegir los bienes eternos en lugar de los temporales. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. ℟. Amén. 

10 de agosto de 2020

La oración del corazón o la oración del nombre

 “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten compasión de mí, (que soy) pecador”.  

Repetida invariablemente.

 

Es la oración del Corazón u oración del Nombre, de los padres hesicastas. Filocalia o filocalía.

 

Es una mezcla del grito del ciego de Jericó: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí” (Lc 18, 38)

y

la oración del publicano, en la parábola del fariseo y el publicano: “Oh Dios, compadécete de mi, que soy pecador”. (Lc 18,13)

3 de junio de 2020

La festividad litúrgica exclusiva a Dios Padre no es tradicional

Toda la liturgia es el culto de la Iglesia como Cuerpo místico de Cristo, es decir Jesucristo como la cabeza y los demás miembros, a Dios Padre.

Todas las oraciones pasan por mediación de Jesucristo en unidad del Espíritu Santo pero están dirigidas a Dios Padre.

Es por eso que la Iglesia, históricamente, siempre ha prohibió las fiestas dedicadas a Dios Padre porque toda la liturgia está dedicada a Dios Padre.

Ahora hay gente que recuerda la supuesta petición de Dios Padre a la entonces monja, Sor Eugenia Elisabetta Ravasio, sobre una fiesta dedicada exclusivamente a la persona del Padre.

Pero en las cosas normales, tradicionales, con el mínimo sentido común, siempre la Iglesia prohibió una fiesta exclusiva a Dios Padre.

Recomendable leer la Encíclica Mediator Dei de Pío XII. Aquí

Agradecimientos a Don R.O.P.

1 de junio de 2020

Tres oraciones al Espíritu Santo

Latín y español

Veni, Sancte Spíritus (breve)
Veni, Sancte Spíritus (Secuencia de Pentecostés)
Veni, Creátor Spíritus

Alojado: Gloria.Tv aquí

Revisiones:
Mónica: página 2 (doble amén) y página 5, tercera estrofa, das en mayúscula y sin punto final.
 

Leche y miel. Errores del Camino Neo Catecumenal


Introíto del Lunes de Pentecostés de la Misa tradicional.
(Santo Tomás de Aquino también usó el mismo Introíto para la Misa del Corpus)

Cibávit eos ex ádipe fruméntim allelúia: 
et de petra melle saturávit eos, allelúia, allelúia.

Los sustentó con flor de trigo, aleluya; 
y los sació con miel de la roca, aleluya, aleluya, aleluya.  



Comentario del introíto de Dom Gaspar Lefebvre: (decimocuarta edición, pg. 730)
"Las palabras queso y miel nos recuerdan la entrada de los hebreos en la tierra de promisión, después de las privaciones del desierto. Al mismo tiempo que la Eucaristía, alimento de nuestra vida sobrenatural, figuran para nosotros cuantos bienes espirituales nos procura nuestra entrada en la Iglesia.

---
Comentario personal:
El introíto nos explica verdaderamente como "leche" (o queso) y la "miel" eran tipos bíblicos (o prefiguras) de la Eucaristía. A cierto grupo "católico" (Camino Neocatecumenal o Kikos) que se visten con túnicas en el "último paso" y les dan a leche y miel, más les valdría cuidar durante todo su "Caminar" a la Eucaristía como se merece Nuestro Señor, presente verdaderamente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

Al entrar en la Iglesia Católica (la Tierra prometida), ¿no es suficiente para vosotros la Eucaristía?


Tags: Kiko Argüello; Movimiento litúrgico; errores del Camino Neocatecumanel; CruxSanctablog; C.N.C.


30 de mayo de 2020

Santa Juan de Arco. Festividad Vetus Ordo.


30 DE MAYO.
SANTA JUANA DE ARCO, VIRGEN.
Nacida en Domremy en 1412, Juana de Arco, hija de un humilde campesino, fue inspirada por voces sobrenaturales y, a la edad de 17 años, persuadió al rey de Francia, Calvos VII, a que la pusiese al frente de un ejército contra los invasores ingleses. Después de varias victorias, seguidas de la consagración de Carlos VII en Reims, Juana fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses, que la hicieron quemar viva el 31 de mayo de 1431. Fue canonizada en 1920.




Meditación – El secreto para ser feliz en este mundo.
1.
¿De dónde proviene que encuentres la vida penosa y fastidiosa? Es porque deseas muchas cosas que no puedes tener, y porque tienes aversión al estado en el que estás. No quieres ser pobre, estar enfermo o ser despreciado. Cuando esto te acaece, caes en la desesperación. Quisieras estar siempre sano, ser siempre rico, siempre estimado. Si esto te falta estás triste. ¡Ah! Si supieses padecer las pruebas de la vida, y no desear lo que no tienes. ¡Cuán dichoso serías! “Desgraciados ante los ojos de los ignorantes, los santos no puede ser sino dichosos” (Salviano).

2.
¿Acaso no es ser feliz en esta vida tener las promesas de la vida eterna? Los que sufren tienen estas promesas, porque Nuestro Señor Jesucristo les ha asegurado que serán consolados en el cielo. Por el contrario, Él condena al rico malo que gozó toda suerte de bienes en este mundo. ¡Dichosos del siglo, cuidado, vuestra dicha es el triste presagio de la desdicha eterna que os espera en la otra vida!

3.
Jesucristo ha venido a este mundo a enseñarnos el secreto para ser felices, no sólo en la otra vida sino aún en ésta. Para ello, nos ha recomendado el amor a los sufrimientos. Los santos lo han imitado, y han vivido muy contentos en medio de las tribulaciones de este mundo. “Estás en un error, hermano mío, si quieres regocijarte en el mundo, y vivir después con Jesucristo en el cielo”. (San Jerónimo)

"Sancta Johanna, ora pro nobis"

Del libro Santoral con meditación diaria. Juan Esteban Grosez S.J. Traducción directa del francés Benjamín Agüero. 1951.





20 de mayo de 2020

Letanía de los Santos. Litaníæ Sanctórum.

 LAS ROGATIVAS Y LAS TÉMPORAS
(artículo no es mío, desconozco la autoría ya que está en múltiples sitios de internet)
Las Rogativas (del latín rogare, rogar) o Letanías (del griego litaneia, súplica u oración), son oraciones solemnes instituidas por la Iglesia para ser rezadas o cantadas en ciertas procesiones públicas y para determinadas y extraordinarias necesidades. Entre estas celebraciones que tienen lugar en diversos tiempos determinados, es preciso señalar las Letanías mayores (25 de abril, fiesta de San Marcos), las Letanías menores o Rogativas (triduo que antecede a la Ascensión) y las Cuatro Témporas.
El Papa y los Obispos pueden prescribirlas a los fieles en las calamidades y necesidades públicas, pero entonces figuran como actos extralitúrgicos. Los calificativos de mayores y menores sólo sirven para distinguir unas de otras. La Iglesia en diversos tiempos del año, de acuerdo con las enseñanzas tradicionales, completa la formación de los fieles mediante ejercicios de piedad espirituales y corporales: la instrucción, la plegaria, la penitencia y las obras de misericordia (SC, 105).
Las llamadas Letanías mayores han sido suprimidas, porque tenían su origen en un rito estrictamente local de la Iglesia romana; con la institución de esta procesión, los Papas querían sustituir, de hecho, con un rito cristiano, una antigua costumbre heredada de los cultos paganos.
Las Rogativas, instituidas en la Galia por san Mamerto, Obispo de Viena, hacia el 475, tenían su origen en las plegarias públicas elevadas a Dios, juntamente con el ayuno, para alejar las calamidades. Se convirtieron después en procesiones lustrales del tiempo de primavera, para obtener del Señor que se dignase dar y conservar los frutos de la tierra.
Es evidente, por tanto que las Rogativas no pueden celebrarse los mismos días en cualquier lugar, y que no pueden tener el mismo significado o la misma importancia en la ciudad o en el campo; por eso se pide a las Conferencias Episcopales que regulen su celebración.
Las cuatro TémporasLas cuatro Témporas del año son los días en que la Iglesia oraba insistentemente a Dios dándole gracias y pidiéndole por las varias necesida­des de la humanidad, por los frutos del campo y el trabajo de los hombres. Al comienzo de las cuatro estaciones (de ahí las «cuatro Témporas» o tiempos), se dedicaban los tres días más penitenciales de la semana, miérco­les, viernes y sábado, al ayuno y a la oración, con esas intenciones. Parece una institución de origen claramente romano, tal vez ya desde el siglo V, en conexión con la vida agrícola y el ritmo de las estaciones del año. Caían en la primera semana de Cuaresma, la semana siguiente a Pentecostés, los días siguientes al catorce de septiembre (Exaltación de la cruz) y en Adviento.
En la última reforma del Calendario se ha dejado que cada Conferencia Episcopal, si le parece oportuno, adapte fechas y contenidos de estas Témporas a las circunstancias del propio pueblo (NU 45-47). El Episcopado español decidió que se celebrasen estos días de acción de gracias y de petición el cinco de octubre, al inicio de las nuevas actividades escolares y sociales después del verano y de las cosechas. Se pueden celebrar en un solo día o en tres días. Si el cinco de octubre cae en domingo se pasaría al lunes. Tienen su formulario en las misas por diversas necesidades, escogiéndose la que se vea más oportuna.
Esa también evidente que, dependiendo del lugar del planeta, habrá unas fechas más oportunas que otras.

5 de mayo de 2020

Oraciones finales del Rosario de Benedicto XVI

Corregido el latín eclesiástico (acentuación y j por i), formato, salmos, etc

Oratiónes finális

℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.

Psalmus 113, 2 (112,2)
℣. Sit nomen Dómini benedícti
℟. Ex hoc nunc et usque in sǽculum.

Psalmus 123, 8 (122,8)
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómine.
℟. Qui fecit cælum et terram.

℣. Benedícat vos omnípotens Deus, ✝ Pater, et Fílius, et Spíritus Sanctus.
℟. Ámen.

Final del Rosario de Benedicto XVI

℣. El Señor esté con vosotros
℟. Y con tu espíritu.

Salmo 113, 2 (112,2)
℣. Nuestro auxilio es el nombre del Señor
℟. que hizo el cielo y la tierra.

Salmo 123, 8 (122,8)
℣. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
℟. que hizo el cielo y la tierra.

℣. Que el Señor Dios omnipotente os bendiga , ✝ Padre, Hijo y Espíritu Santo.
℟. Amén




30 de marzo de 2020

Intimidad divina. El valor del sufrimiento


Hoy en el lunes después del primer domingo de Pasión, nos adentramos en el valor del sufrimiento. Con reflexiones de Santa Tererista del Niño Jesús. 

Intimidad divina por el P. Gabriel de Santa María Magdalena, OCD. Versión original del autor conforme a las fiestas litúrgicas de la Misa tradicional. 


Frases para meditar
"Cualquier sufrimiento por lo tanto, puede ser armonizado con los ideales supremos del cristianismo: la gloria de Dios, la salvación eterna, la santidad y el bien de las almas" pg 534.  

"El sufrimiento es un sentimiento desagradable que experimentamos ante una situación, una circunstancia que repugna a nuestras tendencias, a nuestras exigencias y aspiraciones, que no se armoniza con ellas ni las favorece, al contrario, las contraría y obstaculiza. Todos los hombres están sujetos al sufrimiento " pg. 533  

"Únicamente el amor de Jesús pudo transformar la cruz, horrible instrumento de tortura, en instrumento muy eficaz de gloria de Dios y de la salvación de la humanidad" p. 534 

"La caridad, el amor a Dios y a las almas nos harán capaces de abrazar cualquier dolor, armonizándolo con nuestras más elevadas aspiraciones" pg. 543

19 de marzo de 2020

CONTRA EL CORONAVIRUS


DE  NUESTROS MAYORES, IMITEMOS SUS VIRTUDES

1. ORACIÓN EN ESPAÑOL.
2. HISTORIA
3. ORACIÓN EN LATÍN.
ORACIÓN EN ESPAÑOL:
VIVA  JESUS
--------------
Cruz de Cristo, sálvame.
Z. El celo de vuestra casa me libre.
La Cruz vence, la Cruz reina, la Cruz impera: por la señal de la Cruz libradme, Señor, de la peste.
D. Dios, Dios mío, apartad de mí y de este lugar la peste, y libradme.
I. En vuestras manos, Señor, encomiendo mi espíritu,
mi corazón y mi cuerpo.
A.    Antes de existir el cielo y la tierra existía Dios, y Dios es poderoso para librarme de esta peste.
La Cruz de Cristo es poderosa para expeler la peste de este lugar y de mi cuerpo.
B.    Bueno es esperar el socorro de Dios en silencio para que aparte de mi la peste.
I. Inclinaré mi corazón A guardar vuestros mandamien­tos y no seré confundido, porque os invoqué.
Z. Me armé de celo contra los pecadores viendo su paz, y esperé en Vos.
La Cruz de Cristo ahuyenta los demonios, el aire co­rruptible y la peste.
S. Yo soy tu salud, dice el Señor; clama a Mí y te oiré y libraré de esta peste.
A.    Un abismo llama a otro abismo, y Tu voz expelió los demonios: líbrame de esta peste.
B.    Bienaventurado el que espera en el Señor, y no oye las doctrinas vanas y falsas.
La Cruz de Cristo, que antes era señal de oprobio y contumelia, y ahora lo es de nobleza y gloria, me sea de salvación y aparte do este lugar al demonio, al aire corrupto y A la peste de mi cuerpo.
Z. El celo de la honra de Dios me convierta antes que muera.
¡Oh señal de la Cruz! Libra de peste al pueblo de Dios y a aquellos que confían en Él.
H. ¿Es esto lo que das al Señor, pueblo loco? Dale tus votos; ofrécele un sacrificio de alabanza; confía en Él que es poderoso para librar a este lugar y a mí de esta peste, porque los que confían en Él no serán confun­didos.
G. Péguese mi lengua a la garganta y a mis fauces si no os bendijese; librad a los que esperan en Vos; en Vos confío; libradme, oh Dios, de esta peste, A mí y a este lugar, en el cual se invoca vuestro Santo Nombre.
F. Cubrióse la tierra de tinieblas en vuestra muerte; Se­ñor. Dios mío, acabe y quede confundido oh poder del demonio, porque Vos, oh Hijo de Dios vivo, vinisteis a destruir las obras del demonio; apartad con vuestro poder de este lugar y de mí, vuestro siervo, esta peste; descienda la corrupción a las tinieblas exteriores.
  Cruz de Cristo, defiéndenos, y aparta de este lugar la peste. Señor, librad a vuestro siervo de esta peste, por­que sois benigno y misericordioso, de mucha miseri­cordia y verdadero.
B. Bienaventurado aquel que no da su atención a las doctrinas vanas y falsas; el Señor le librará del día malo. En Vos esperé: libradme de esta peste.
F. Dios se ha hecho mi refugio, porque he esperado en Vos; libradme de esta peste.
R. Mirad por mí, Señor, Adonai, desde el trono de Vuestra santa Majestad compadeceos de mí, y por Vuestra misericordia libradme de esta peste.
S. Vos sois mi salvación: sanadme, y seré sano; salvad­me, y seré salvo.
Concluidas estas jaculatorias se dirá la Letanía de Nuestra Señora, y un Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patri a los Santos Abogados contra la peste, para que sean nuestros intercesores con el Señor.

Santo Dios,
Santo fuerte,
Santo inmortal,
Libradnos, Señor,
De la peste
Y de todo mal

Cuando dé el reloj se dirá la siguiente jaculatoria:

Por vuestras Llagas,
Por vuestra Cruz,
Libradnos de la peste, Divino Jesús.


 HISTORIA


Los Padres del Santo Concilio de Trento, que se cree trajeron consigo esta Cruz, compuesta, según algunos afirman, por San Zacarías[1] Obispo, y encontrada en un convento de Religiosos en España, no fueron acometidos de la peste que en Trento hubo en el año 1546. Lo mismo ha sucedido últimamente en Portugal. En muchos pue­blos y ciudades de España, varias personas que ó han traído consigo esta Cruz, ó la han puesto en las puertas de sus casas, se han visto libres del contagio. Por cuyo motivo, sin duda, algunos Reverendísimos Prelados, no sólo mandaron, imprimirla y extenderla en sus respecti­vas diócesis, sino que concedieron varios días de indulgencias a los que rezasen las preces o jaculatorias A que se refieren los signos y letras iniciales de la Cruz y la Letanía de Nuestra Señora. con un Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patri a los Santos abogados contra la peste.

Para hacemos dignos de conseguir la gracia de que Dios nuestro Señor nos libre do la peste y de cualquiera otra enfermedad por la virtud de su Santa, Cruz, es pre­ciso antes de todo purificar nuestras almas con las aguas saludables de la penitencia, y robustecerlas con el manjar divino que se nos da en la Sagrada Comunión.

La Santa Cruz que principia y termina estos y los demás Sacramentos, como todos los actos del culto católico, será entonces el mejor escudo para nuestra defensa y el broquel inexpugnable para resistir el ataque de todos nuestros enemigos; y si tenemos la inefable dicha de morir abrazados a ella, la Santa Cruz nos abrirá las puertas de las mansiones celestiales, donde cantaremos sus triunfos por toda la eternidad. Así sea.


 ORACIÓN EN LATÍN
+Z.  Zelus domus tuae liberet me. 
+ D. Deus, Deus meus expelle pestem... 
I. In manus tua , Domine, commendo spiritum meum... 
A. Ante coelum et terram Deus erat, et Deus potens est ab hac peste me liberare ( Luc. 23,46). 
+ B. Bonum est, praestolari auxilium Dei cum silentio, ut expellat pestem a me (Jerem. 3.26). 
I. Inclinabo cor meum ad faciendas iustificationes tuas...(Ps. 118, 112). 
Z. Zelavi super iniquos (Ps, 72, 3). 
+ S. Salus tua ego sum, dicit Dominus.... 
A. Abyssus, abyssum invocat et voce tua expulisti daemones; libera me ab hac peste (Ps. 48, 8.). 
B. Beatus vir, qui sperat in Domino...(Ps, 39, 5). 
+ Z. Zelus honoris  Dei convertat me, antequam moriar...
+  H. Haeccine reddis Domino, popule stulte...(5, Mois 32,6). 
G. Gutturi meo et faucibus meis adhaereat lingua mea, si non benedixero tibi (Ps. 136,6). 
F. Factae sunt tenebrae super universam terram in morte tua...(Luc. 23,44). 
 + B. Beatus qui non respexit in vanitates...
F. Factus est Deus in refugium mihi (Ps. 93,22).  
R. Respice in me Domine, Deus meus Adonai...(Ps. 21, I). 
S. Salus mea tu es; sana me et sanabor ... (Jerem. 17, 14). Otras cuatro letras mayúsculas de tamaño mayor: 

[CSSD] Crux Sanctissima Domini (o bien Crux Sanctissima Donauwerdensis)


[1] Una de las devociones más generalizadas entre las personas piadosas en tiempos de epidemia es la titulada Saludable remedio contra la peste, compuesta por San Zacarías, Obispo de Jerusalén del siglo VIII, y por lo que la ponemos a continuación, advirtiendo que dicho Emmo. y Rmo. Sr. Nuncio en España ha concedido también cien días de indulgencia por cada vez que devotamente se haga y con verdadero dolor de los pecados.
(Extraído del Opúsculo "El Mejor Remedio contra el Cólera y las Epidemias " de D. Antonio F. Vítora y Ensuelve. Madrid 1885)


BIBLIOGRAFÍA:
https://www.cruces-medallas.com/t12678-las-medallas-y-cruces-de-san-benito-de-nursia-en-la-europa-postridentina