VIA CRUCIS SEGÚN SAN
ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
† En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
CONFÍTEOR
Yo
confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al
bienaventurado san Miguel arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los
santos apóstoles san Pedro y san Pablo, y a vosotros hermanos: que he pecado
gravemente de pensamiento, palabra y obra (Golpear el pecho tres veces
diciendo:) por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa.
Por
tanto ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san
Miguel arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos apóstoles
san Pedro y san Pablo, y a vosotros hermanos, que roguéis por mí a Dios nuestro
Señor.
ORACIÓN INICIAL
Señor
mío Jesucristo, Tu recorriste, con gran amor, este camino para morir por mí, y
yo te he ofendido tantas veces apartándome de Ti por el pecado; mas ahora te
amo con todo mi corazón, y porque te amo, me arrepiento sinceramente de todas
las ofensas que te he hecho.
Perdóname,
Señor, y permíteme que te acompañe en este viaje. Vas a morir por mi amor, pues
yo también quiero vivir y morir por el tuyo, amado Redentor mío. Sí, Jesús mío,
quiero vivir siempre y morir unido a Ti.
I
ESTACIÓN. Jesús es
condenado a muerte
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo Jesucristo, después de
haber sido azotado y coronado de espinas, fue injustamente sentenciado por
Pilato a morir crucificado.
Adorado
Jesús mío: mis pecados fueron, más bien que Pilato, los que te sentenciaron a
muerte.
Por
los méritos de este doloroso paso, te suplico me asistas en el camino que va
recorriendo mi alma para la eternidad.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío! más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Todo cuanto te agrade, yo lo
acepto.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟. Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado,
por mi amor crucificado.
II ESTACIÓN. Jesús es cargado con la cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo Jesús, andando este camino
con la Cruz a cuestas, iba pensando en ti y ofreciendo a su Padre por tu
salvación la muerte que iba a padecer.
Amabilísimo
Jesús mío: abrazo todas las tribulaciones que me tienes destinadas hasta la
muerte, y te ruego, por los méritos de la pena que sufriste llevando tu Cruz,
me des fuerza para llevar la mía con perfecta paciencia y aceptación.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor crucificado.
III ESTACIÓN. Jesús cae por primera vez
bajo
la cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera esta primera caída de
Jesucristo debajo de la Cruz. Sus carnes estaban despedazadas por los azotes;
su cabeza coronada de espinas, y había ya derramado mucha sangre, por lo cual
estaba tan débil, que apenas podía caminar; llevaba al mismo tiempo aquel
enorme peso sobre sus hombros y los soldados le empujaban; de modo que muchas
veces desfalleció y cayó en este camino.
Amado
Jesús mío: más que el peso de la Cruz, son mis pecados los que te hacen sufrir
tantas penas. Por los méritos de esta primera caída, líbrame de incurrir en
pecado mortal.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
IV ESTACIÓN. Jesús se encuentra
con
su afligida Madre
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera el encuentro del Hijo con su
Madre en este camino. Se miraron mutuamente Jesús y María, y sus miradas fueran
otras tantas flechas que traspasaron sus amantes corazones.
Amantísimo
Jesús mío: por la pena que experimentaste en este encuentro, concédeme la
gracia de ser un verdadero devoto de tu Santísima Madre. Y Tu, mi afligida
Reina, que fuiste abrumada de dolor, alcánzame con tu intercesión una continua
y amorosa memoria de la Pasión de tu Hijo.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
V ESTACIÓN. Jesús es ayudado por el cirineo
a
llevar la Cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo los judíos, al ver que
Jesús iba desfalleciendo cada vez más, temieron que se les muriese en el camino
y, como deseaban verle morir de la muerte infame de Cruz, obligaron a Simón el
Cirineo a que le ayudase a llevar la Cruz.
Dulcísimo
Jesús mío: no quiero rehusar la Cruz, como lo hizo el Cirineo, antes bien la
acepto y la abrazo; acepto en particular la muerte que tengas destinada para
mí, con todas las penas que la han de acompañar, la uno a la tuya, y te la
ofrezco. Tu has querido morir por mi amor, yo quiero morir por el tuyo y por
darte gusto; ayúdame con tu gracia.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
VI ESTACIÓN. Verónica enjuga con un sudario
el
rostro de Jesús
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo la santa mujer Verónica,
al ver a Jesús tan fatigado y con el rostro bañado en sudor y sangre, le
ofreció un lienzo, y limpiándose con él nuestro Señor, quedó impreso en éste su
santa imagen.
Oh
Jesús mío: en otro tiempo tu rostro era hermosísimo; más en este doloroso
viaje, las heridas y la sangre han cambiado en fealdad tu hermosura. ¡Ah Señor
mío! También mi alma quedó hermosa a tus ojos cuando recibí la gracia del bautismo,
pero yo la he desfigurado después con mis pecados. Tú sólo, ¡oh Redentor mío!,
puedes restituirle su belleza pasada: hazlo por los méritos de tu Pasión.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
VII
ESTACIÓN. Jesús cae
por
segunda vez bajo la Cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera la segunda caída de Jesucristo
debajo de la Cruz, en la cual se le renueva el dolor de las heridas de su
cabeza y de todo su cuerpo al afligido Señor.
Oh
pacientísimo. Jesús mío. Tu tantas veces me has perdonado, y yo he vuelto a
caer y a ofenderte. Ayúdame, por los méritos de esta nueva caída, a perseverar
en tu gracia hasta la muerte. Haz que en todas las tentaciones que me asalten,
siempre y rápidamente me encomiende a Ti.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
VIII
ESTACIÓN. Jesús se dirige
a
las mujeres dolientes
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo algunas piadosas mujeres,
viendo a Jesús en tan lastimoso estado, que iba derramando sangre por el
camino, lloraban de compasión; mas volviéndose les dijo: “No lloréis por mí, sino por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Afligido
Jesús mío: lloro las ofensas que te he hecho, por los castigos que me han
merecido, pero mucho más por el disgusto que te he dado a Vos, que tan
ardientemente me has amado. No es tanto el Infierno, como tu amor, el que me
hace llorar mis pecados.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟. Graba
en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor crucificado.
IX
ESTACIÓN. Jesús cae
por
tercera vez bajo la Cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera la tercera caída de Jesucristo.
Extremada era su debilidad y excesiva la crueldad de los verdugos, que querían
hacerle apresurar el paso, cuando apenas le quedaba aliento para moverse.
Atormentado
Jesús mío: por los méritos de la debilidad que quisiste padecer en tu camino al
Calvario, dame la fortaleza necesaria para vencer los respetos humanos y todos
mis desordenados y perversos apetitos, que me han hecho despreciar tu amistad.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
X
ESTACIÓN. Jesús es
despojado de sus vestidos
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo al ser despojado Jesús de
sus vestiduras por los verdugos, estando la túnica interior pegada a las carnes
desolladas por los azotes, le arrancaran también con ella la piel de su sagrado
cuerpo. Compadece a tu Señor y dile:
Inocente
Jesús mío: por los méritos del dolor que entonces sufriste, ayúdame a desnudarme
de todos los afectos a las cosas terrenas, para, que pueda yo poner todo mi
amor en Ti, que tan digno eres de ser amado.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
XI
ESTACIÓN. Jesús es fijado con clavos a la Cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo Jesús, tendido sobre la
Cruz, alarga sus pies y manos y ofrece al Eterno Padre el sacrificio de su vida
por nuestra salvación; le enclavan aquellos bárbaros verdugos y después
levantan la Cruz en alto, dejándole morir de dolor sobre aquel patíbulo infame.
Oh
despreciado Jesús mío. Clava mi corazón a tus pies para que quede siempre ahí
amándote y no te abandone más.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
XII
ESTACIÓN. Jesús muere en
la Cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo Jesús, después de tres
horas de agonía en la Cruz, consumido de dolores y exhausto de fuerzas su
cuerpo, inclina la cabeza y entrega su espíritu.
Oh
difunto Jesús mío. Beso enternecido esa Cruz, en la que por mí has muerto. Yo,
por mis pecados, tenía merecida una mala muerte, mas la tuya es mi esperanza.
Señor,
por los méritos de tu santísima muerte, concédeme la gracia de morir abrazado a
tus pies y consumido por tu amor. En tus manos encomiendo mi alma.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟. Graba
en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor crucificado.
XIII
ESTACIÓN. Jesús es bajado
de la Cruz
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo, habiendo expirado ya el
Señor, le bajaron de la Cruz dos de sus discípulos, José y Nicodemo, y le
depositaran en los brazos de su afligida Madre, María, que le recibió con
ternura y le estrechó contra su pecho traspasado de dolor.
Oh
Madre afligida. Por el amor de este Hijo, admíteme como tu siervo y ruégale por
mí. Y Tu, Redentor mío, ya que has querido morir por mí, recíbeme en el número
de los que te aman más profundamente, pues yo no quiero amar nada fuera de Ti.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
XIV ESTACIÓN. Jesús es conducido al sepulcro
℣. Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
℟.
Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Considera cómo los discípulos llevaron a
enterrar al Redentor, acompañándole también su Santísima Madre afligida, que le
depositó en el sepulcro con sus propias manos. Después cerraron la puerta del
sepulcro y se retiraron.
Oh
Jesús mío sepultado. Beso esa losa que te encierra. Tu resucitaste después de
tres días; por tu resurrección te pido y te suplico me hagas resucitar glorioso
en el día del juicio final para estar eternamente contigo en la Gloria,
amándote y bendiciéndote.
Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que
te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
℣. Miserére nostri, Dómine
℟. Miserére nostri.
Tú,
Redentor, víctima de la caridad,
Te
encaminas hacia el Gólgota;
Siguiendo
tus huellas,
Elijo
morir contigo.
Perdón
y gracia imploro,
Gimiendo
entre dolores.
Padre nuestro + Ave María + Gloria
℣. Señor
pequé, ten piedad y misericordia de mi.
℟.
Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu Hijo amado, por mi amor
crucificado.
ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO CRUCIFICADO
Mírame,
¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia:
Te
ruego, con el mayor fervor, imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe,
esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y firmísimo propósito de
jamás ofenderte.
Mientras
que yo, con el mayor afecto y compasión del que soy capaz, voy considerando y
contemplando tus cinco llagas, teniendo presente lo que de Ti, ¡oh buen Jesús!,
dijo el profeta David:
«Han taladrado mis manos y
mis pies; se pueden contar todos mis huesos» (Salmo 21,17-18).
† En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo.
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