7 de noviembre de 2019

ORACIÓN TRISAGIO ANGÉLICO EN CASTELLANO (VERSIÓN BREVE)


Ae precum Trisagio angélico (VERSIÓN BREVE)

Fuente de la introducción:

ORACIÓN TRINITARIA

El Padre San Pío de Pietrelcina exhortaba a sus fieles a tener gran devoción a la Santísima Trinidad, especialmente el rezo del Trisagio Angélico.
También la famosa estigmatizada española, Madre Esperanza de Jesús Alhama, fundadora de las Esclavas e Hijos del Amor Misericordioso, también lo rezaba diariamente, y cuando surgía algún problema o se veían en alguna necesidad, inmediatamente comenzaba el rezo con todas sus monjas y mandaba también que se recitara en todas sus Casas y durante largas temporadas.

San Antonio María Claret, después de una locución que tuvo en la Granja (Segovia), el día 27 de agosto de 1851, en la Iglesia del Rosario, dijo que “la salvación de España se cifraba en tres devociones: el Trisagio, el Santísimo Sacramento y el Rosario”.

La hermana Lucía de Fátima, durante su estancia en Tuy (Pontevedra), en junio de 1929, tuvo una visión de la Santísima Trinidad e igualmente era muy amante de esta devoción.


COMENZAMOS EL TRISAGIO ANGÉLICO

Oración
. Abre Señor mis labios.
. Y mi boca proclamará tus alabanzas.
. Dios mío, ven en mi auxilio.
. Señor, date prisa en socorrerme.
. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primera decena en honor a Dios Padre

Oración deprecativa trinitaria:
(x1) Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten mi­se­ri­cordia de nosotros.

Se reza la oración dominical:
(x1) Padre nuestro.

Alabanza (laus), Bendición (eulogía) y acción de gracias» (eucharistía)
(x9) . A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti hemos de dar gracias por los siglos de los siglos, ¡oh Trinidad Beatísima!
Al Dios tres veces santo. Isaías 6, 3
(x9) . Santo, Santo, Santo Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria[1].

Doxología (glorificación) breve a la Trinidad
(x1) . Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
(x1) . Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

segunda decena en honor a Dios hijo
Oración deprecativa trinitaria:
(x1) Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten mi­se­ri­cordia de nosotros.

Se reza la oración dominical:
(x1) Padre nuestro.

Alabanza (laus), Bendición (eulogía) y acción de gracias» (eucharistía)
(x9) . A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti hemos de dar gracias por los siglos de los siglos, ¡oh Trinidad Beatísima!
Al Dios tres veces santo. Isaías 6, 3
(x9) . Santo, Santo, Santo Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.

Doxología (glorificación) breve a la Trinidad
(x1) . Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
(x1) . Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Tercera decena en honor a Dios espíritu santo
Oración deprecativa trinitaria:
(x1) Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten mi­se­ri­cordia de nosotros.

Se reza la oración dominical:
(x1) Padre nuestro.

Alabanza (laus), Bendición (eulogía) y acción de gracias» (eucharistía)
(x9) . A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti hemos de dar gracias por los siglos de los siglos, ¡oh Trinidad Beatísima!
Al Dios tres veces santo. Isaías 6, 3
(x9) . Santo, Santo, Santo Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.

Doxología (glorificación) breve a la Trinidad
(x1) . Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
(x1) . Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona final
A ti Dios Padre no engendrado, a ti Hijo unigénito, a ti Espíritu Santo Paráclito, santa e indivisa Trinidad, con todas las fuerzas de nuestro corazón y de nuestra voz, te reconocemos, alabamos y bendecimos; gloria a ti por los siglos de los siglos.
. Bendigamos al Padre, y al Hijo, con el Espíritu Santo.
. Alabémosle y en­sal­cémosle por todos los siglos.

Oración
Oh Dios to­do­poderoso y eterno, que con la luz de la verdadera fe diste a tus siervos conocer la gloria de la Trinidad eterna, y adorar la Unidad en el poder de tu majestad: haz, te suplicamos, que, por la firmeza de esa misma fe, seamos defendidos siempre de toda adversidad. Por Cristo nuestro Señor. . Amén.

Terminamos con la jacultatoria:
Líbranos, sálvanos, vivifícanos, ¡oh Santísima Trinidad!




[1] (Para comprender la Misa – Lefebvre)La liturgia evoca luego la visión en la cual Isaías oyó Cantar a los Serafines: “Sanctus...
Santo, Santo, Santo, es el Señor, Dios de los ejércitos (o de las milicias celestiales). Llena la
tierra de Su gloria” (Is, VI, 2). A la tierra se añadió "los cielos" porque el sumo Pontífice de
la gloria de Dios también está allí presente y preside los coros angélicos.

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