Oración
¡Dios mío! Eres el creador y Señor de todas las cosas.
¡Señor! Tú eres el Ser por esencia.
Y nosotros, tus criaturas amadas, seres particulares.
¡Dios mío! Tú existes por ti mismo y nosotros dependemos de ti.
Por lo tanto ers perfecto, ya que nada te falta.
¡Mi Santísimo Señor! al ser perfecto reconocemos que eres necesariamente bueno.
Tu bondad es el principio y fin de todos los amores.
¡Bendito Dios! que además eres infinito porque nada ni nadie te puede contener ni limitar.
Y al ser infinito, tienes el don de la ubicuidad.
¡Gran Rey celestial! Eres inmutable porque nada puedes adquirir. Tu Ser nunca cambia porque no anda buscando una perfección que le falta.
En cambio nosotros, criaturas imperfectas, te anhelamos y buscamos, aunque no lo sepamos. Y somos desdichados si no te encontramos.
¡Mi buen Dios! Al ser inmutable eres eterno. En ti no hay sucesión. El tiempo, otra creación tuya, es sucesión. Y la sucesión son cambios. Y tu no cambias.
¡Santísima Trinidad! Eres Uno, porque solo puede existir un Ser Perfecto en grado sumo. Te reconocemos como único Dios, en las tres personas divinas de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Doxología trinitaria final:
Oración personal, inspirada en la Naturaleza y atributos divinos del libro La Suma Teológica de Santo Tomás, del R.P. Tomás Pègues, O.P.
Doxología trinitaria de las monjas trinitarias.
¡Dios mío! Eres el creador y Señor de todas las cosas.¡Señor! Tú eres el Ser por esencia.
Y nosotros, tus criaturas amadas, seres particulares.
¡Dios mío! Tú existes por ti mismo y nosotros dependemos de ti.
Por lo tanto ers perfecto, ya que nada te falta.
¡Mi Santísimo Señor! al ser perfecto reconocemos que eres necesariamente bueno.
Tu bondad es el principio y fin de todos los amores.
¡Bendito Dios! que además eres infinito porque nada ni nadie te puede contener ni limitar.
Y al ser infinito, tienes el don de la ubicuidad.
¡Gran Rey celestial! Eres inmutable porque nada puedes adquirir. Tu Ser nunca cambia porque no anda buscando una perfección que le falta.
En cambio nosotros, criaturas imperfectas, te anhelamos y buscamos, aunque no lo sepamos. Y somos desdichados si no te encontramos.
¡Mi buen Dios! Al ser inmutable eres eterno. En ti no hay sucesión. El tiempo, otra creación tuya, es sucesión. Y la sucesión son cambios. Y tu no cambias.
¡Santísima Trinidad! Eres Uno, porque solo puede existir un Ser Perfecto en grado sumo. Te reconocemos como único Dios, en las tres personas divinas de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Doxología trinitaria final:
A Ti sea la alabanza,
a Tí la gloria,
a Tí la acción de gracias,
por los siglos de los siglos
¡oh Beatísima Trinidad!
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del Universo,
llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Líbranos, Señor, de todo mal.
Amén.
Oración personal, inspirada en la Naturaleza y atributos divinos del libro La Suma Teológica de Santo Tomás, del R.P. Tomás Pègues, O.P.
Doxología trinitaria de las monjas trinitarias.
¡Hermosa oración!
ResponderEliminar