30 DE MAYO.
SANTA JUANA DE ARCO, VIRGEN.
Nacida en Domremy en 1412, Juana de Arco, hija de un
humilde campesino, fue inspirada por voces sobrenaturales y, a la edad de 17
años, persuadió al rey de Francia, Calvos VII, a que la pusiese al frente de un
ejército contra los invasores ingleses. Después de varias victorias, seguidas
de la consagración de Carlos VII en Reims, Juana fue capturada por los
borgoñones y entregada a los ingleses, que la hicieron quemar viva el 31 de
mayo de 1431. Fue canonizada en 1920.
Meditación – El secreto para ser feliz en este mundo.
1.
¿De dónde proviene que encuentres la vida penosa y
fastidiosa? Es porque deseas muchas cosas que no puedes tener, y porque tienes
aversión al estado en el que estás. No quieres ser pobre, estar enfermo o ser
despreciado. Cuando esto te acaece, caes en la desesperación. Quisieras estar
siempre sano, ser siempre rico, siempre estimado. Si esto te falta estás
triste. ¡Ah! Si supieses padecer las pruebas de la vida, y no desear lo que no
tienes. ¡Cuán dichoso serías! “Desgraciados ante los ojos de los ignorantes,
los santos no puede ser sino dichosos” (Salviano).
2.
¿Acaso no es ser feliz en esta vida tener las promesas de
la vida eterna? Los que sufren tienen estas promesas, porque Nuestro Señor
Jesucristo les ha asegurado que serán consolados en el cielo. Por el contrario,
Él condena al rico malo que gozó toda suerte de bienes en este mundo. ¡Dichosos
del siglo, cuidado, vuestra dicha es el triste presagio de la desdicha eterna
que os espera en la otra vida!
3.
Jesucristo ha venido a este mundo a enseñarnos el secreto
para ser felices, no sólo en la otra vida sino aún en ésta. Para ello, nos ha
recomendado el amor a los sufrimientos. Los santos lo han imitado, y han vivido
muy contentos en medio de las tribulaciones de este mundo. “Estás en un error,
hermano mío, si quieres regocijarte en el mundo, y vivir después con Jesucristo
en el cielo”. (San Jerónimo)
"Sancta Johanna, ora pro nobis"
Del libro Santoral con meditación diaria. Juan Esteban Grosez S.J. Traducción directa del francés Benjamín Agüero. 1951.
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