23 de octubre de 2018

Oratio ad Sanctum Michaël. Leo XIII.

Historia de la oración a San Miguel Arcángel.

La siguiente oración fue compuesta por el Papa León XIII después de experimentar una visión terrorífica. El 13 de octubre de 1884, mientras consultaba con sus cardenales después de la misa, el Papa León XIII se detuvo al pie del altar y cayó en lo que parecía un estado de coma. Después de un rato, el Papa se recuperó y describió la visión aterradora sobre una batalla muy cruenta entre la Iglesia y satanás.

Después, fue a su oficina y compuso esta oración, ahora famosa, a San Miguel Arcángel y exhortó para que se rezara después de la misa. A pesar de que se dejó de rezar al final de la Misa después del Concilio Vaticano II, el Papa San Juan Pablo II lo recomendó en un discurso ante una multitud de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro el domingo 24 de abril de 1994 como una oración por la Iglesia.

Oración a San Miguel
Arcángel San Miguel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del diablo.
¡Impérele Dios!, te pedimos suplicantes. Y tú Príncipe de la milicia celestial, con el Divino poder, arroja al infierno a satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo, para la perdición de las almas. Amén.

Oratio ad Sancte Míchaël
Sancte Míchaël Archángele, defénde nos in prælio: contra nequítiam et insídias diáboli esto præsídium.
Ímperet illi Deus, súpplices deprecámur. Tuque, Prínceps milítiæ cæléstis, sátanam aliósque spíritus malígnos, qui ad perditiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte in infernum detrúde. Ámen.

Versión fonética para los no versados en la pronunciación del latín eclesiástico.
El Papa San Pío X, exhortó a rezar el latín eclesiástico con la pronunciación italiana. Cuyo objetivo era una mayor universalización y unificación. El texto fonético se rezaría así:

Sáncte Míkael Arkányele, defénde nos in prélio:
cóntra nekuítsiam et insídias diáboli ésto presídium.
Ímperet íli Déus, súpliches deprecámur. Túkue, Príncheps milítsie cheléstis, sátanam alióskue spíritus malíños, kuí ad perditsiónem animárum pervagántur in múndo, divína virtúte in inférnum detrúde. Ámen.

Nota bene:  Creo que es importante aprenderse las oraciones en latín por su inmutabilidad respecto a las traducciones de las lenguas vernáculas. Sin ir más lejos, la oración del arcángel San Miguel tiene muchísimas versiones en castellano. Por lo que dificulta la oración en comunidad.

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