28 de febrero de 2018

Voto de ánimas

“Es bueno y piadoso rezar por los difuntos para que sean liberados de sus pecados” (2.Mac 12,43)

Este voto personal lo descubrí leyendo sobre la vida de santa Gema Galgani y me fascinó una vez más la riqueza que tenemos los católicos para hacer el bien, agradando a Dios. El Voto de Ánimas consiste en poner en manos de la Virgen María, todas las indulgencias que ganemos en vida, para que la Virgen las distribuya libremente a las Almas del Purgatorio.

Voto de Ánimas:
“Oh Padre celestial, en unión con los méritos de Jesús y de María, os ofrezco por las almas del purgatorio todas las obras satisfactorias de mi vida entera y todas las que por mí se ofrezcan después de mi muerte, y estas obras las deposito en las purísimas manos de María Inmaculada para que ella las aplique a las almas que, en su sabiduría y bondad maternal, quiera sacar del purgatorio. Dignaos, Dios mío, recibir y aceptar este ofrecimiento que hago por medio de María y dadme la gracia de morir en tu amor. Amén”


En palabras del P. Eutiquio López, de la Congregación de la Pasión, acerca de ello: 
"Son muchas las oraciones y prácticas piadosas con las que podemos contribuir a que se alivien y acorten las penas de las Benditas Almas del Purgatorio, y podemos estar ciertos que todo cuanto hacemos por Dios y le complace, puede convertirse en una obra de satisfacción por los difuntos y en reclamo gloria eterna para ellos que no desean otra cosa que estar con Cristo, para glorificar al Padre junto con los ángeles y santos para siempre.
Todo cuanto nos ayuda a a vivir más unidos a Cristo y todo cuanto nos pone al servicio de cuantos sufren, es cuanto más puede ayudarles a las Benditas Ánimas, a satisfacer sus posibles fallos.
Es con todo, el llamado "Voto de Ánimas", que es fruto del espíritu que se caracteriza a la VERDADERA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN, de San Luis María Grignón de Monfort, muerto en el año 1716, la práctica más comprometida con las Benditas Ánimas, de cuantas conocemos, y que consiste en poner en manos de María, todas las indulgencias, satisfacciones y méritos de cuanto bueno pudiera hacerse en la vida, incluso de cuanto los demás pudieran hacer a favor nuestro, para que sea Ella, como Madre de Jesús y Madre y Reina de todas ellas, quien distribuya libremente a su favor, ahora y después de nuestra muerte."

Ahora bien, hecho el Voto siempre te da la posibilidad de ofrecer algunas Indulgencias a seres fallecidos. En realidad es confiar en la Virgen y en su buen hacer de forma voluntaria. Si Dios confió a su único Hijo, en esta Bendita y Humilde Criatura, ¿porqué nosotros, sus hijos no confiaremos en el buen hacer de Nuestra Mamá?. Y en el caso que nuestro Purgatorio fuese algo más largo, no nos asustemos. Primero que la Virgen (con permiso de Dios) nunca nos dejaría y segundo, esto me recuerda "quien quiera salvar su vida, la perderá" o "No hay mayor amor que dar la vida por los amigos". Si comprendemos e interiorizamos que nosotros, Iglesia militante en la tierra, podemos ayudar a nuestros hermanos sufrientes en el Purgatorio, todo lo que sea por Amor es de Dios.

El padre Jorge Loring S.I., nos dice al respecto: " Si yo renuncio a este tesoro espiritual mío, que he ganado con mis buenas obras, si con esa pequeña renuncia de mis pobres obras, logro ayudar a tantas almas que suban a la gloria, y después se interesan por mí, decidme si no es fenomenal tener en el cielo ese ejército de amigos míos, que saben que yo los ayudé a entrar en la gloria". Y agrega: " Porque si dice Jesucristo: "Los Misericordiosos alcanzarán misericordia", y si por hacer yo este acto de misericordia, después voy a tener la misericordia de Dios para conmigo".

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