15 de marzo de 2017

Ofrecimiento de obras para la gloria de Dios


ACTOS HUMANOS MORALMENTE BUENOS.
Resumen personal sobre el Artículo V. Condiciones para la moralidad natural de los actos humanos. Del libro Moralidad para seglares I.

Nociones previas:
Las facultades del alma humana son: memoria, entendimiento y voluntad.
El objeto del entendimiento es la verdad.
El objeto de la voluntad es el bien.

Oración de San Ignacio de Loyola: Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad (…)” EE 234

1.El requisito para que un acto humano, sea moralmente bueno, necesita de un fin honesto.           
ACTO HUMANO
MORALMENTE BUENO
BIEN HONESTO
Requiere FIN HONESTO

Solo el bien honesto cumple plenamente la noción de bien. Y para que haya un bien honesto, debe haber un fin honesto.

Si el hombre actúa sin un fin honesto, no actúa racionalmente. Está embrutecido. No es un hombre virtuoso.
Es decir, sin una finalidad honesta, también son actos malos, los actos ociosos sin finalidad o actos hechos por capricho.

2.Es obligatorio que la finalidad de nuestros actos sea dar Gloria a Dios.
Dios es el fin último y supremo del hombre.

A.Intención implícita:
Toda obra honesta, toda obra buena, que tiene como medio un fin honesto, está implícito el fin último y supremo que es Dios. Aunque no nos acordemos en ese momento de dar gloria a Dios.

B.Intención explícita:
“Ya comáis, ya bebáis, ya hagáis alguna cosa, hacedlo todo por gloria de Dios”. 1 Cor. 10, 31
Pero lo más perfecto es que todos nuestros actos estén orientados, de manera explícita, a dar gloria a Dios.
En la práctica es muy aconsejable renovar con frecuencia (por ejemplo el clásico ofrecimiento de obras del día por la mañana), con la intención de hacer todas las cosas por la gloria de Dios.

3.No es lícito obrar únicamente por placer.
Acción: Bien honesto
El placer es un medio
Para el FIN HONESTO

El bien placentero o deleitable, es un medio que facilita el bien honesto. Pero nunca debe ser un fin. No es lícito obrar solo por placer.

4.No es lícito como fin, el bien útil, sino el bien honesto.
El bien útil es medio para alcanzar un bien honesto.

Conclusión.
Detenerse en el bien deleitable(3), en el bien útil (4) son desórdenes en contra de la naturaleza de las cosas.

Conferencia sobre el ofrecimiento de obras. "Ofrece tu vida". P. Manuel Iglesias.

PROPUESTA DE ORACIONES:
Según laudable e tradición, cada uno recitara en privado, las siguientes oraciones por la mañana inmediatamente de levantarse

Ofrecimiento sencillo a Jesús por María
Indulgencias de 300 días por esta oración. Si va precedida de un Avemaría y se reza por la mañana y por la noche. Concedidas una vez al día.
Y plenaria una vez al mez, si se ha rezado cada día durante un mes. Durante esos 30 días, un día al menos deben confesar y comulgar. Contritos de todo pecado y rezar por el Papa.
¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡Oh Madre de bondad!,
guárdame y defiéndeme
como instrumento y posesión tuya.
Amén.

De la Guía del rezo de las oraciones comunes en la Congregación del Santísimo Redentor, 1962.

Oracion de la mañana.
La señal de la cruz:
+En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Dios mío, mírame en tu presencia.
Adoro tu inmensa Majestad;
Amo sobre todas las cosas tu infinita Bondad,
y te agradezco de lo íntimo de mi corazón todos los beneficio
que me has hecho, y especialmente el haberme conservado sano esta noche.

En unión con los méritos de Jesucristo te ofrezco este día todos mis pensamientos, palabras y obras con todos los sufrimientos de alma y cuerpo.
Y al mismo tiempo, hago propósito de que cuanto piense, diga, haga o sufra sea para tu mayor gloria, mi Dios, y en honor:
                       
Domingo: todos mis santos patrones
Lunes: de mi ángel custodio
Martes: del Niño Jesús
Miércoles: de San José
Jueves: del Santísimo Sacramento
Viernes: de la Pasión del Señor
Sábado: de la Santísima Virgen María.

Formo la intención de ganar todas las indulgencias que pueda y quiero aplicarlas en sufragio de las almas del Purgatorio.

Dios mío, por amor de Jesucristo, líbrame de todo pecado. Jesús mío, por tus méritos, haz que viva unido a TI.

Madre mía, María, dame tu bendición y ampárame bajo el manto de tu protección.

Santo ángel de mi guarda y vosotros mis santos Patrones, rogad a Dios por mi. Amén.


Para adaptar este ofrecimiento a los laicos, inspirado en las oraciones comunes de la Congregación del Santísimo Redentor de 1962, se ha suprimido lo siguiente:

Cuanto la Regla prescribe, quiero hacerlo todo según su intención; y lo que no está prescrito por la Regla, lo ofrezco con el fin de (intención particular)

O al finalizar:

A continuación rece el Congregado, con la frente en el suelo, tres Avemarías en honor de la Inmaculada Madre de Dios, y, con los brazos en cruz, un Padre nuestro y un Ave María en honor  del santo Patrono del año.

Evidentemente, esto excluido se deja al arbitrio, sensibilidad y deseo de perfección de quien lo practique, no siendo religioso.

Oraciones de la mañana del devocionario Prácticas de piedad. De 1954
Importancia del ofrecimiento de obras:
“Si nosotros nos alegramos como la mariposa en el sol de mayo, Dios bendice nuestro gozo. Si cantamos como las alondras, Dios encuentra en ello complacencia.
Pero hemos de ofrecer a Dios todo cuanto hagamos, hablemos, pensemos; los mismos juegos; todo es necesario hacer por Dios, y entonces cada una de nuestras obras  se trocarán en oración”. T.Toth

Con ese espíritu, querido joven, irás –sin darte cuenta- convirtiendo en oración el estudio, el trabajo, el sueño, el paseo, la diversión y… hasta la comida. Y cada instante del estudio, del juego, del descanso, de la comida, serán para ti actos de merecimiento. Y como alguien dijo elocuentemente, así “irás haciendo del reloj una máquina de gloria”

ORACIONES DE LA MAÑANA
Ofrecimiento de obras
+Por la señal…
Altísimo Dios y Señor mío,
- en quien creo y espero,
- a quien adoro y amor sobre todas las cosas,-
y a quien me pesar de haber ofendido:

Os doy gracias por
haberme creado,
redimido,
hecho cristiano
y conservado hasta ahora.

Os ofrezco a honra y gloria vuestra
Todos mis pensamientos
Palabra, obras y trabajos del presente día,

Con intención de ganar,
Cuantas indulgencias pueda,
Rogándoos por los fines
Que tuvieron los Papas
En concederlas
Y aplicándolas en sufragio
De las benditas almas del purgatorio
Y en satisfacción de mis pecados.

No permitáis,
Padre mío amorosísimo
Que os ofenda en este día,

Libradme de los lazos
Que me tienda el enemigo
Y dadme fortaleza
Para huir de las ocasiones de pecado
Y vencer mi pasión dominante

Quiero vivir y morir
En vuestra santa fe
Para que, sirviendoos en esta vida
Merezca gozaros
En el reino eterno de la gloria
Amén.

Alcanzadme este favor
Ángeles y Santos del cielo,
Y vosotros en especia,
Gloriosos patronos y
Abogados míos,
Interced por mi.

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