“Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten compasión de mí, (que soy) pecador”.
Repetida invariablemente.
Es la oración del Corazón u oración del Nombre, de los padres
hesicastas. Filocalia o filocalía.
Es una mezcla del grito del ciego de Jericó: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí” (Lc 18, 38)
y
la oración del publicano, en la parábola del fariseo y el publicano: “Oh Dios, compadécete de mi, que soy pecador”. (Lc 18,13)
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